Vox Populi, vox Dei es una frase en latín que significa literalmente: “La voz del pueblo [es] la voz de Dios”. Es decir, que la opinión popular y sus creencias (sean o no acertadas) revelan la voluntad de Dios y deben obedecerse, se imponen por fuerza y no deben ser cuestionadas.
Por supuesto esta expresión es contraria a lo que La Palabra enseña.
La Palabra nos manda a escuchar y obedecer la voz de Dios (Lucas 11:28 NVI, 2 Corintios 10:5 NVI, Juan 10:27-28 NVI) y a no poner nuestra confianza en los seres humanos, apartando nuestro corazón del Señor (Jeremías 17: 5 NTV).
Y aunque la frase Vox Populi, Vox Dei tiene muchísimo tiempo de existir, pues ya aparece en textos como La Odisea, escrita en el siglo VIII A.C, sigue muy viva actualmente. Estamos en la época del consumo masivo de información en medios digitales, en donde el pueblo cristiano, sobre todo jóvenes, consumimos y compartimos todo lo que vemos, escuchamos o es tendencia en redes sociales, blogs, sitios web, entre otros, sin meditar si lo que aceptamos como verdad para nuestra vida, difiere con el libro que es nuestra única fuente de autoridad: La Biblia.
Durante toda la historia, La Palabra de Dios que es la única verdad (Juan 17:17) ha sido atacada por diferentes pensamientos y doctrinas diabólicas (como el arrianismo a principios del cuarto siglo, por ejemplo). Actualmente, el pensamiento posmoderno, donde nada es una verdad absoluta y todo es relativo y cuestionable, ataca a través de la gran cantidad de opiniones y posturas compartidas en internet que pareciera tienen razón, pero no es así. Como cristianos, debemos comprender que la iglesia debe de ser columna y baluarte de la verdad (1 Timoteo 3:15). Por tanto, quiero compartirte 4 cosas que debemos hacer en el día a día para permanecer en la verdad y defenderla en esta época posmoderna:
- Escudriñemos La Biblia:
Esta es La Palabra inspirada por Dios que ha sido dada a nuestras vidas (2 Timoteo 3:16) por tanto es la única fuente de toda verdad y autoridad. Recuerda que el Espíritu Santo lo examina todo, hasta las profundidades de Dios (1 Corintios 2:10) por lo que debemos evaluar todo lo que consumimos a la luz de La Palabra. Si no tienes un hábito de lectura o no sabes por donde comenzar, puedes comprar el TCD (Tiempo con Dios, que es un libro devocional diario, lo vendemos al costo todos los meses en la iglesia a inicios) o bien descargar la app de Iglesia Josué la cual tiene diferentes planes de lectura creados por nuestro Pastor general que te serán de ayuda, o la app YouVersion donde puedas ver versículos diarios.
- Desarrollemos una vida de oración: La paz de Dios que sobrepasa todo entendimiento puede guardar nuestros corazón y pensamientos en Cristo Jesús. Para esto, presentémonos delante de Dios en oración y con acción de gracias (Filipenses 4: 6-7). Por nada del mundo dejes de ver los incontables beneficios de una vida de oración. Si tus pensamientos están bajo el gobierno de Cristo, permanecerás en la verdad e identificaras aquellas posturas que son falsas. ¡Cristo está cerca de quienes lo invocan en verdad! (Salmos 145:18).
- Rechaza toda postura que difiera con La Biblia: ¡Ten cuidado con lo que lees, escuchas u observas! En muchas ocasiones el enemigo tratará de desviar tu fe de manera sutil. Es aquí cuando debes tener presente que nuestro fundamento es Cristo Jesús, quien murió por nuestros pecados según las Escrituras, que fue sepultado y resucitó al tercer día de acuerdo a las Escrituras. (1 Corintios 15_3-4). Él nos ha revelado la verdad y todo lo que difiera con ella, debe ser rechazado.
- Ten un mentor: Tenemos ya al maestro de maestros: Jesús, a quien imitar primero sin embargo Dios también ha dejado ejemplos terrenales que podemos imitar, vemos el caso cuando Pablo insta al pueblo en Corinto a que le imite a el, pues el imitaba a Cristo. (1 Corintios 11:1) Un mentor puede ser tu Pastor, tu líder, y también tus padres. Veras como tener un mentor te ayudara a lidiar con dudas que el enemigo quiera sembrar en ti al exponernos al pos-modernismo.
Mi oración es que el Espíritu Santo te revele a ti y a mí lo que es correcto y lo que no lo es.